Eduardo Gómez de la Mata
Comer un Frankfurt en Barcelona es un clásico
Mejora mucho acompañado de una rica cerveza Moritz (local).
Este sitio es pequeño y su aspecto no es el mejor a primera vista, pero no hay que dejarse engañar por las apariencias. Los perritos calientes (aka Frankfurt) están riquísimos y las salsas mejor todavía. La mostaza me recuerda a la del Nebraska en Madrid. La próxima vez pruebo una hamburguesa y le echo una salsa de carne que recomendó el camarero, el cual era muy majo.