Una experiencia diferente... un lago a los pies de un volcan, en plena primavera!!!
Frutillar es un pueblo mágico, a orillas del Lago Llanquihue, con el volcán Osorno de fondo.
Su arquitectura es preciosa, ya que viven descendientes de alemanes que llegaron por 1850, jardines cuidados y floridos, yo estuve en plena primavera y estallaban de color los tulipanes.
Lo primero que se observa al llegar es una gran clave de sol, y a lo largo de toda la costanera se multiplican los rinconcitos dedicados a la música, todos encantadores. Hay zonas junto al lago de playa con arena que estimo en verano deben ser agradables.
El Teatro del Lago es impactante, a orillas del lago, semeja un gran barco, se pueden hacer visitas durante la mañana.
El muelle es un capítulo aparte, una vista maravillosa del lago y los volcanes al fondo, lugar ideal para las fotos!!!
Recomendado... una visita al Museo Alemán, entre cuidados jardines y arroyitos de agua clara se observan casas de la época, la del hacendado, la del carpintero... todas con objetos antiguos de lo mas interesantes y perfectamente conservados.
La comida excelente, hay variedad de lugares para elegir, algunos pequeños y acogedores. La repostería es exquisita, tortas y tartas alemanas, te puedes comprar una porcion y sentarte en la costanera a descansar y disfrutar el paisaje!!!


