Diego Perez De Moya
Pequeñito y prescindible
Visitamos este templo porque nos encontrabamos dentro del Parque de Ueno y nos lo encontramos casi de casualidad. Es bastante pequeñito, pero tiene su encanto. Lo bueno es que cuando entramos no había nadie así que pudimos disfrutarlo para nosotros solitos, cosa que agradezco bastante.



+5