Cálido hotel y espectacular nevada
Este típico hotel de 3 estrellas de estilo colonial, recientemente reciclado, fue construido en las tierras que fueran de los quechuas hasta 1578, está ubicado a orillas del río Nono del que toma su nombre y tiene dos hectáreas parquizadas al que dan unas impecables galerías de mosaicos rojos y amarillos y unos cómodos sillones de madera. Ofrecen un servicio de media pensión con comida artesanal realizada con productos de la zona, excelentes y completos desayunos. Además del restaurante, tiene confitería, solárium, una piscina algo pequeña, cancha de tenis y paddle, fútbol y juegos para niños. Habitaciones para dos, tres y cuatro personas y departamentos para cinco. Televisión, calefacción, teléfono, cocheras cubiertas y WiFi. Nos tocaron unos días con nieve y mucho frío, y si bien adentro el lugar era muy cálido y acogedor, salíamos para ver la belleza de los pinos nevados y descubrir cómo sobrevivían las flores que soportaban semejante helada, el espectáculo era magnífico y realmente lo disfrutamos y mucho.