Y finalmente fue de Alá
A veces pienso si la prohibición que recae sobre el 99% de las mezquitas de Marruecos y que impide la entrada a los no creyentes no será un gran acierto. Por un lado fastidia, está claro, sobre todo a los curiosones, como yo que necesitamos tener una visión completa de todos los rincones de cualquier sitio que visitemos. Pero claro si lo vemos desde el lado opuesto aparte de tener un carácter de respeto al culto musulman, contribuye a mantener el misterio que parece envolver a toda la ciudad de Tanger.
Así que debemos quedarnos con el regusto que nos deja la visita sólo exterior del templo y su azarosa historia, ya que resulta que el terreno fue ocupado por varias civilizaciones durante generaciones. Se cree que en un principio fueron los romanos, ya que en ella se hallaron varios restos del capitolio, y de su antiguo templo dedicado a Hércules. También fue ocupada por los portugueses durante su protectorado, siendo en aquella época la Iglesia del Espíritu Santo.