Una de las enseñas de Cádiz es la sede d...
Una de las enseñas de Cádiz es la sede del Concurso de Carnaval. En 1881, a los diez años de su construcción por el arquitecto García del Álamo, un incendio acabó con el Gran Teatro al ser de madera. Tres años después comenzó a construirse su sucesor, ya en materiales más resistentes al fuego, siendo inaugurado en 1905.
El diseño inicial correspondió a Adolfo Morales de los Ríos encargándose de la ejecución de la obra Juan Cabrera Latorre que la modificó en gran manera.
Se realizó en un momento de auge de la burguesía, años en que el historicismo se convirtió en señal de identidad de la misma. El gusto por la recuperación por los estilos artísticos antiguos generó en este caso un edificio de estilo andalusí, correspondiente al neomudéjar.
Exterior de ladrillo rojo, con la clásica alternancia de dovelas rojas y blancas en los arcos de herradura. Hay que recordar que para las ideas sufís esta alternancia tenía sentido mágico pues las dovelas rojas representan lo material y las blancas lo celestial, pasar bajo un círculo o semicírculo de este tipo protegía de los malos espíritus.
En la fachada principal hay tres arcos de herradura, a modo de arco del triunfo.
El teatro tiene planta de herradura, con varios pisos cada uno de ellos con una galería hacia las escaleras de acceso a los mismos que parten del vestíbulo principal.
El escenario tiene una boca de 18 metros y una profundidad de 25.5 metros, apto para todo tipo de representaciones.
El techo está decorado con un gran mural sobre la vida en el Paraíso, pintado por Felipe Abarzuza y Rodríguez de Arias.
Conforme al estilo mudéjar el exterior del teatro es mucho más modesto en materiales que su interior, de gran riqueza en colorido y detalles.
Para llegar fácilmente conviene recordar que el Gran Teatro se encuentra en la parte trasera de la ciudad. Dirígete hasta el final de Cádiz y cuando estés delante del Parque Genovés recuerda que la Plaza Fragela está paralela a dicho parque, a unos doscientos metros.