Roberto Gonzalez
Gris Gris
En este lugar, muy al sur de la Isla, se puede disfrutar de un espectáculo fascinante cuando las olas rompen contra los acantilados. Algunos afirman que su nombre se refiere a las ceremonias de magia negra practicadas en este lugar y las rocas con aspecto de bruja que hay en los alrededores. Otros, sin embargo, dicen que el nombre proviene del perro del abad de la Caille que se llamaba Gris Gris.
Leyendas aparte, el lugar es una mezcla entre jardín con cenadores y banquitos, y mirador, desde el que se puede contemplar una preciosa playa de arena casi blanca con una vegetación que por poco no toca la orilla del mar.
Es una zona donde el Índico bate con fuerza las rocas y la maresía sube la superficie hasta los encantados visitantes.
Hay varios puestecitos para disfrutar de unas frutas tropicales preparadas o de unas samosas hindúes con bastante picante.



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