Groenlandia

Este es un viaje especialmente para aquellos con un poquito de espíritu aventurero a los que no les importa pasar pequeñas incomodidades a cambio de conocer otro mundo muy diferente a nuestro. Es un mundo un tanto inhóspito que a la vez sirve para hacernos una limpieza interior muy necesaria a veces. Un mundo de hielo donde sus gentes, los Inuit, luchan por sobrevivir a las fuerzas de la naturaleza cada día. Un mundo mágico para aquellos que les guste amanecer con el sonido de los seracs cayendo al mar y acostarse después de disfrutar de la magia de las auroras bailando sobre sus cabezas.
Visitamos el sur de Groenlandia.

Groenlandia, país con la mayor parte de su extensión siendo glaciares extensos, también nos ofrece la posibilidad de disfrutar del senderismo con unas vistas tan sublimes como la de la foto del lago.
Aunque en la foto no se aprecie del todo bien, los icebergs tienen mas o menos el doble o el triple del tamaño de un barco de dos pisos.
Muy recomendable ir en agosto, la mejor época (según dicen) para ver las auroras (yo solo pude ver media...)

En el vuelo de Seattle a Amsterdan nuestro avión subió tan al norte que al pasar por encima de Groenlandia pudimos ver auroras boreales.