Hammam Suleymaniye

Todo el mundo que ha visitado Estambul te recomienda no perderte la estancia en un hammam, lo que no suelen avisarte es de la enorme cantidad de baños turcos que hay en la ciudad ni de lo que debes buscar antes de decidirte.

El hammam de Suleymaniye cumplía los tres requisitos que yo necesitaba, lo cual no quiere decir que sea el que todo el mundo necesita:
- Abría hasta muy tarde (exactamente, hasta las doce de la noche)
- Era mixto (convivían en las mismas salas hombres y mujeres)
- Estaba en un edificio histórico (es parte del complejo de la Mezquita de Suleiman)

Por supuesto, este hammam tenía otros defectos que hay que sopesar:
- La entrada es bastante cara (35 euros por persona)
- Suele estar lleno de grupos de turistas
- Los turcos que van a este hammam son más bien escasos

Bien, para aquellos que busquen un hammam con las mismos requisitos que yo y no les importe los peros que tiene, decirles que, para mí, fue una gran experiencia: la sala es preciosa, genial para pasar hora y media dejando descansar a tu cuerpo y a tu mente después de un día de perseguir mezquitas por Estambul; los masajistas o limpiadores son buenos profesionales y está muy bien ubicado.

Es un hamam privado al que sólo se puede acceder mediante reserva a través de hotel o de agencia de viajes (no se aceptan tampoco individuales que vayan por su cuenta, por mucha reserva telefónica que hagan). Esta información NO figura en su página web, y de hecho nosotros nos enteramos ayer cuando fuimos, pensando que, como en cualquier hamam del mundo, podríamos entrar. Pues no sólo no nos dejaron, sino que nos trataron con una indiferencia absoluta, les dijimos que en su página no se decía nada al respecto y el de recepción nos respondió que "qué se le va a hacer", y se limitó a sugerirnos que buscáramos otro hamam, "que había muchos".