La primera vez que estuvimos por Tokyo...
La primera vez que estuvimos por Tokyo ya habíamos pisado brevemente la zona de Harajuku (原宿). Ahora tocaba husmear por sus calles para conocerla mejor.
Lo más conocido de Harajuku es el Meiji Jingū y el parque Yoyogi con sus Cosplay Zoku, aunque ya hablé de ambos lugares en otro rincón. Lo que queríamos esta vez era sentir de cerca el glamour de Omotesandō y las preciosas callejuelas que lo rodean. Un auténtico paraíso del shopping.
Cualquier fanático de la ropa y los complementos disfrutará como un enano en Harajuku. Hay tiendas para todos los gustos y bolsillos. Omotesandō es sólo apta para sueldos con muchos ceros. En esta estirada avenida se puede ver con facilidad algún Ferrari que otro, bolsos de Louis Vuitton a decenas y pies calzados con Prada. Sólo por ver a la gente guapa merece la pena darse un garbeo.
En Omotesandō, también está una de las tiendas de souvenirs más famosas, el Oriental Bazaar. Perfectamente reconocible por su aspecto de templo, este lugar libre de impuestos para extranjeros. Te podrás llevar a casa desde Kokeshi dolls, hasta armaduras de samurái.
Muy cerquita está el Kiddy Land, una juguetería que siempre está a rebosar y que hará las delicias de los fanáticos de los juguetes. Puede ser muy divertido jugar con los objetos inverosímiles y kawaii del Kiddy Land. ¡¡¡Cuidado!!! Hay una planta entera de Hello Kitty.
Pero lo realmente interesante de Harajuku es callejear. Hay miles y miles de tiendas donde se puede encontrar todo tipo de ropa. Y esta afirmación es literal. En mi cara se reflejaba una sonrisa de oreja a oreja sólo de ver cómo aumentaba mi colección de camisetas.
La ropa es muy original. Es muy curioso toparte con tiendas especializadas para las distintas tribus urbanas de Tokyo, prendas de segunda mano o ropa de jóvenes diseñadores japoneses. El espectáculo visual es único. La tolerancia también, ya que nadie te mira por encima del hombro por el hecho de ir con pintas y peinados raros. Así que ya sabéis, los fashions victims os encontraréis como en casa en Harajuku. Nosotros ya llevamos dos visitas.


