Lna
Siempre que paso por una morera...
Siempre que paso por una morera inmediatamente me acuerdo de los gusanos de seda que me empeñé en tener. Me antojé a pesar de saber que se reproducirían con tanta velocidad que explotaría la caja de zapatos donde los tenía y mi madre me obligaría a darlos. A “liberarlos” (decía ella).
A partir de ahora siempre que pase por la estación de metro Albert de Bruselas me acordaré de la morera por la enorme mariposa que hay en su interior. No deja muy buen cuerpo porque puesto que su tamaño está más cerca del de un hombre que del de una mariposa, también me recuerda a la imagen tan desagradable
Leer más
+4