El origen de esta gran obra hospitalaria, ubicada en Calle de Sant Pere Mes Alt, es la donación que el banquero Pau Gil hiciera para construir un hospital que cubriese todos las necesidades médicas al máximo nivel.
Se trata de un conjunto monumental cuyo proyecto inicial se extendía a nueve manzanas del ensanche de Barcelona, con 48 pabellones de los cuales sólo se construyeron finalmente 27.
Desde 2012 totalmente reformado para disfrute de todo el mundo
Una de las mejores expresiones del modernismo en Cataluña
Lo conocí como hospital en varias ocasiones pero me quedo con su estado actual
Fantásticos jardines y el pabellón. Principal ahora utilizado para la organización de eventos
Hay que pagar entrada pero la visita merece la pena. Es un recinto espectacular que fue diseñado por Lluís Domènech i Montaner, uno de los grandes precursores del modernismo catalán. Si haces una visita guiada, podrás ver la evolución que ha sufrido el hospital con el paso de los años mientras ves salas llenas de objetos.
El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau sigue siendo, después de tantos años de visitas y pasadas, uno de mis monumentos favoritos de Barcelona.
Se le conoce por ser uno de los monumentos modernistas por excelencia y de los más representativos de Barcelona, quizás el más relevante. Fue el arquitecto Lluis Domènech i Muntaner el que finalmente, en el s. XIX, decidió encargarse del proyecto.
Aunque no deja de ser un hospital, el encanto que derrocha es obvio, y eso es lo que intenta capturar la foto. Preciosos detalles arquitectónicos, luz de ensueño. Un monumento totalmente cautivador.
Hasta hace pocos años este espacio era uno de los hospitales de referencia de Barcelona, hoy trasladado a un nuevo edificio; ahora l’antic hospital de la Santa Creu i Sant Pau es un recuerdo del modernismo catalán donde aún, si el turista se detiene a respirar, se huele en sus pasadizos el olor a alcohol y fármacos herencia de su reciente pasado.
Toda una nueva experiencia a añadir a la Sagrada Família, el Parc Güell, La Pedrera o la Casa Batlló, tal vez los mejores exponentes del Modernismo catalán.
Recomiendo que se haga la visita. Recorrer sus túneles con imágenes virtuales de enfermeras y médicos. Y los edificios preciosos. Precio 13€ por persona pero merece la pena.
Se encuentra en un lugar muy céntrico de la ciudad, muy cercano a la Sagrada Familia. Nunca encontrarás tanta gente para entrar, y verlo por dentro es una delicia, tanto o más que por fuera.
Una de las mayores expresiones del modernismo. quedarás impactado por su belleza. Pierdes de la noción de que todo ese ámbito era un hospital en pleno funcionamiento hasta no hace muchos años.
Lástima que ahora tengamos que pagar por visitar algo que todos los barceloneses conocemos de sobra, la restauración increíble.
Todos los pabellones que hay en el interior pertenecen a distintas especialidades de la medicina.
Detalles de los techos del pabellón de administración del antiguo recinto.
Una inmersión a la arquitectura catalana.
