Maríaje Rodríguez del Río
En el barrio bajo de San Lucar.
Cuidada decoración, trato cercano. Pocas habitaciones, piscina en un patio interior, un oasis de tranquilidad. Para repetir si vuelvo por aquí.
Cuidada decoración, trato cercano. Pocas habitaciones, piscina en un patio interior, un oasis de tranquilidad. Para repetir si vuelvo por aquí.