Hostal tranquilo y con encanto.
Habitaciones amplias, limpias, cómodas y confortables. Calefacción y TV. Wi-Fi gratuito.
En su restaurante pude disfrutar de un Menú Degustación Micológico, exquisito, ya que mi estancia coincidió con la Fiesta Fungitur. Además pude visitar las bodegas de champiñón del pueblo y ver todo el proceso, hice Fungiturismo, una iniciativa única en Pradejón.