Una gran experiencia
No sé qué màs decir de este hotel que no hayan dicho otras personas en esta página. Hablar de la limpieza de las habitaciones, sus instalaciones, el rico desayuno... es algo que ha quedado bien claro. Yo quisiera ir por otro camino y expresar las gratas sensaciones que nos ha dejado Alén do Mar: la amabilidad de los propietarios y de todas las personas que nos han atendido, sin excepción, el privilegio de sentir tan cerca el mar, sin ruidos, sin bullicios... Es un trocito de paraíso donde puedes respirar los aromas màs maravillosos, a mar, a pino, a eucalipto, a frescor... y sentirte en paz contigo mismo y con el mundo.