Coqueto y musical hotel en el barrio de Santa Cruz
El pasado mes de diciembre estuvimos unos cuantos días en Sevilla. Hacía años que no visitábamos la capital de Andalucía y, como siempre, dediqué un poco de mi tiempo a buscar un alojamiento adecuado.
El binomio calidad-precio es complicado de conseguir en Sevilla en temporada media-alta, pero en este pequeño hotel, céntrico y cuidado fue posible. Se sitúa a apenas cinco minutos andando de la Catedral, en pleno barrio de Santa Cruz y en una calle estrecha, de apenas metro y medio de ancho, y bastante tranquila para ser el centro.
El hotel Amadeus está dedicado a la música desde el nombre hasta la azotea, pasando por los patios, las habitaciones y sus denominaciones, etc. La recepción es amable y el viajero enseguida se siente como en casa paseando por los salones decorados con instrumentos musicales y azulejos.
El baño era amplio, muy nuevo y revestido de mármol. Con una ducha de la que salía abundante agua caliente y bañera de hidromasaje. Un iPad está a disposición del huésped en la habitación para el uso que necesite.
El desayuno no tiene prácticamente horario, lo que es muy cómodo y poco estresante. Igual libertad encuentra uno a la hora del sitio donde lo quiere hacer: en el cuarto, en los patios cubiertos o en la azotea. Por las maravillosas vistas de esta última, decidimos tomarlo arriba pero resguardados del fresco mañanero en una pequeña habitación acrisolada y, como todo en este hotel, recordando la música en cada momento.


