Situado en pleno centro de Haro
En un antiguo palacete rehabilitado. El hotel está decorado muy chulo, con muebles modernos en contraste con la arquitectura señorial propia de la época.
Las habitaciones muy cómodas y espaciosas. Baño con ducha adaptado a personas con movilidad reducida.
Tiene una cafetería terraza con muy bien ambiente, donde también se sirven los desayunos por la mañana. Café, zumo natural, tostada y variedad de pinchos a elegir (la tortilla de patata espectacular!)