Marta Pilar
Un lindo hotel de la zona antigua
Llegué a este hotel por la recomendación de un par de personas que habían estado y que les había gustado mucho, especialmente por estar situado en el lugar que yo había elegido para iniciar mi recorrido por Brujas. Como está lejos de la estación te tienes que tomar un taxi que te deja en la puerta y el costo no es nada económico aunque nada lo es por allí. Lo primero que me dijo la dueña, que fue quien me atendió, que no hablaba español tan sólo su idioma. Esto fue un problema para mí que sólo sé algo de francés y de inglés (confieso que tan sólo por terquedad). Me habían reservado una habitación en el tercer piso por la escalera, segundo inconveniente pues no tienen ascensor y la habitación estaba en el último piso.
Impecable, arreglada con buen gusto, buenas toallas, tanto las grandes como las pequeñas. Escritorio, TV, WI y una vista, desde la ventana de todas las cúpulas de la ciudad. Si bien en el costo de la habitación no estaba incluido el desayuno decidí tomarlo allí ya que en los lugares que fui a comer decían no entenderme a pesar de haber cientos de españoles, ingleses, italianos y japoneses por doquier. El desayuno excelente y muy completo, la vajilla muy bonita y alegre al igual que los manteles. Muchos adornos y flores por todos lados que incluían el vestido de novia de la dueña y el del bautismo de su hijo, quien dicho sea de paso estaba un ratito por la tarde y hablaba español pues estudiaba idiomas. A pesar del inconveniente por el idioma realmente es para recomendar.
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