Recomendable, dentro de la muralla
Privilegiada situación en el interior de esta ciudadela medieval a la que no me falta excusa para volver. El hotel se distribuye en tres edificios, yo me alojé en el de enfrente, del que te facilitan la llave de entrada al edificio, antiguo y sin ascensor como cabría esperar por su ubicación, pero con una habitación confortable y perfectamente equipada.
La zona común es también muy acogedora en el otro edificio , allí es donde puedes desayunar en la cafetería o en el buffet.
Personal muy eficiente y amable, hablan español.
Debereis aparcar en el parking habilitado para los hoteles a la izquierda de la entrada principal a la ciudadela, y desde allí os llevarán al hotel con el equipaje en un vehículo de ellos.