Ubicación excelente
Es de 1873, y su ubicación de excepción, entre la plaza de San Pedro y dentro del fuerte San Angelo, en una tranquila y encantadora callecita.
Las características del edificio no permiten instalar un ascensor, pero la dedicación de los anfitriones, el detalle y su desayuno hacen recomendable este tres estrellas sencillo, pero con un indudable encanto.