Está situado en el casco antiguo de Cerler (pueblo-de-cerler), en el valle de Benasque, tiene una situación privilegiada ya que para gente que practique el esquí la estación está a menos de un kilómetro lo que hace que en temporada de invierno esté siempre a rebosar. Hace poco lo han ampliado haciendo más habitaciones. En la parte de detrás tiene un jardín con mesas, donde en primavera y verano se está fenomenal.
Es un hotel rural en cerler muy cerca de la estación de esqui, lo lleva una familia muy amable con un servicio muy bueno. Muy bien el desayuno, como en casa, no es buffet pero te ponen todo lo que quieras, zumos, tostadas de pan de pueblo del rico, embutido, fruta o huevos como los quieras cocinados.
Habitaciones amplias y limpias.
Tienen tambien una taberna para tomar algo en la puerta contigua al hotel. Unicas peros por poner alguno: huele la escalera y pasillos a gasoil y un pelin caro para ser un hotel de 3 estrellas. Volveria otra vez, se está bastante a gusto.