Un agradable hotel en un pueblo tranquilo
En medio de Pola de Somiedo está situado el Hotel Castillo del Alba, un hotel que podría ser un cuatro estrellas por su atención, apariencia y habitaciones.
Con un diseño muy interesante, mi habitación sólo tenía la puerta de entrada, ni en el armario, ni para separar la entradita de la auténtica habitación, sino que es una habitación diáfana que separa los espacios con cortinas. Me gustó, la verdad, y los muebles aprovechan al cien por cien la habitación dejando amplitud en todos los entornos, algo muy de agradecer. También tiene unas ventanas enormes para que entre un montón de luz -cuando la haya, claro- que es algo que siempre busco en un hotel.
Tienen conexión a Internet en una sala compartida con una enorme mesa, por lo que no hay problemas de espacio, y al lado de la recepción tienen un bar que está perfecto por si cae una lluvia repentina y tienes que hacer algo de tiempo antes de salir.
El dueño tiene un perro muy majete, Clifford, que no tiene reparos en acompañar a los clientes hasta el restaurante o a donde vayan, un buenazo encantador al que conoce todo el mundo en el pueblo y que siempre te espera buscando caricias.


