Bien situado, trotero, algo viejuno
Lo mejor es su ubicación, a 5 minutos andando desde la estación Milano Centrale, arteria principal de transporte, en especial metro y trenes, de la capital lombarda. Está catalogado como un hotel de 3 estrellas, aunque como ocurre muchas veces en Italia, le sobra una, bien grande por cierto. Señalar que mi opinión está basada en una estancia de 2 noches en una habitación de tipo single.
La recepción y la zona de estar, muy bien, acogedora. Disponen de un PC para acceder a Internet de forma gratuita, durante un tiempo limitado, pero si quieres conectarte con tu portátil o dispositivo móvil, tienes que hacerlo a través de otra red de pago. Significar que el personal de recepción es muy amable, puedes preguntarle cualquier cosa que te intentan ayudar y orienta, tanto para qué ver, dónde comer, etc.
En cuanto a la habitación single, aquí es donde viene mi crítica o donde le quito una estrecha o estrella y media al hotel. La mía daba hacia un patio interior abierto bastante ruidoso, que se suma al ruido que de por sí tienen los pasillos y las habitaciones del hotel, se oye todo. Las ventanas, persianas y el mobiliario es bastante viejo, y la cama single, muy-muy pequeña, estrecha, puesta contra la pared, y cortita, no apta para gente que mide más de 1,80m de altura.
Baño amplio en general, también bastante viejo, pero lo que dejaba mucho que desear era el plato de ducha y su cortina "a los Psicosis", que conforman un espacio realmente pequeño y diminuto como para ducharse a gusto, un poco agobiante la sensación, aparte de que tienes grandes probabilidades de poner todo el baño perdido de agua. Amenities, te dejan las justísimas y necesarias, hay que apurar bastante con la bolsita de gel+jabón. Al menos la calefacción funcionaba bien, entiendo que también el aire acondicionado, ya que forma parte del mismo sistema.
Tengo que decir que el baño y la habitación dan sensación de viejos y muy trotados, pero ojo, están limpios, también hay que decirlo.
Dejamos la habitación para hablar sobre el desayuno, que no está mal. A ver, es un buffet que se puede mejorar, pero pensaba que iba a ser peor vista la habitación. Ofrecen croissants y napolitanas de varios tipos, jamón york (no otro embutido), cereales, zumos, pan para tostar con mantequilla y mermelada, etc. Está bastante bien organizado, y si quieres, te hacen el café al momento, lo que es de agradecer. Por tanto, el desayuno es bastante decente, podía ser peor.
Resumiendo, un hotel muy bien situado, con un precio por habitación single bastante asequible, reservando por Internet, para lo caro que es Milán. Eso sí, no se le pueden pedir peras al olmo, y la habitación, pues eso, se puede mejorar ostensiblemente, o llegado el caso, quitarle una estrella. Me quedo con la pena de haber visto las habitaciones dobles, aunque creo que serán similares en el trote sufrido durante años. Me sorprendió la cantidad de chinos y japonenes que se alojaban en el hotel, supongo que estudiantes de vacaciones, buscando una opción de hotel céntrica y relativamente asequible.


