Una experiencia casi monacal
La Cueva del Fraile está a ocho kilómetros de Cuenca por una de las dos carreteras que siguen las hoces del río Huécar, una por la parte inferior y la otra panorámica por la parte superior, que recomiendo por sus panorámicas hermosas de las hoces y la ciudad de Cuenca con sus famosas casas colgadas.
El hotel está ubicado al lado de la carretera, por lo que aconsejo pedir una habitación lo más lejos posible de la misma, aunque no tiene mucho tráfico, y el edificio, un monasterio del siglo XVI renovado y ampliado, se mantiene fiel a la arquitectura original, con puertas enormes de madera en las habitaciones con su ventanuco de la época en que eran celdas de monjes.