Un hotel de cuento
Este pequeño hotel de diseño me parece una de las mejores opciones de alojamiento en la atractiva ciudad de Nuremberg. Para empezar por su cercanía a la estación central de la ciudad. Desde ella se puede ir en el metro directamente al aeropuerto, lo que facilita y abarata el trayecto.
El hotel está en uno de los edificios reconstruidos en la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial. Está en Alstadt, el casco antiguo. Apenas cinco minutos andando lo separan de San Lorenzo, una de las iglesias más importantes de Nuremberg.
En cuanto al establecimiento tiene habitaciones temáticas, cada una de ellas ambientada en un cuento o una historia tradicional de la ciudad. Yo me alojé en la habitación nº 43, que aunque pequeña era perfecta para una sola persona. Resultaba muy acogedora por los colores de las telas con las que está decorada. Una sola cama con almohadas de plumas y edredones nórdicos. Un escritorio y un armario. TV, minibar, DVD, albornoz, paraguas o zapatillas están a disposición del cliente.
El baño era muy estrecho, pero limpio y moderno. Con muchas toallas (nunca había tenido en un hotel 11 toallas para mi sola), amenities de calidad y muy buena iluminación.
Me parece genial el aislamiento lúminico, con persiana y cortina gruesa, algo fundamental para mi.
El desayuno se sirve en la planta baja, sobre mesas también relacionadas con los cuentos tradicionales. Es bastante completo, con huevos, panes, cereales, ahumados, distintas ensaladas y gran variedad de zumos.