Clara140
Durmiendo en la Garganta de Dadès
Llegamos muy tarde, ya de noche, y el camino hacía el hotel se nos hizo eterno. Parecía que no íbamos a llegar nunca... Pero luego, mereció la pena. Está situado arriba del todo de las Gargantas de Dadès, y desde su terraza se puede contemplar unas preciosas vistas de la pared de la garganta. Las habitaciones están bien, son confortables, y a pesar del frío y de la humedad que hay en el entorno, han sido bien equipadas. Lo único el desayuno, bastante sencillo.