Hotel
Muy tranquilo, trato familiar y amable. 3*
Se encuentra en el interior de la muralla, frente al Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial de Avila y cerca también de la casa donde bació Santa Teresa de Jesús.
Para acceder al hotal hay que entrar por la puerta Del Rastro (de ahí le viene el nombre).
El pequeño inconveniente es dejar el coche, hay una pequeña plazoleta en el Torreón de los Guzmanes quue permiten estacionar para bajar el equipaje, luego volviendo a salir de las murallas por la misma puerta y a mano derecha hay una bajada donde hay un gran parking público. Por cierto de los más económicos que he encontrado.
El hotel es histórico, había sido el palacio del Duque de Tamames del siglo XVI, todo está rehabilitado pero aún conserva un cierto aire palaciego, sobre todo en el patio de luces que marca la distribución.
Cuenta con 26 habitaciones, todas ellas diferentes, no hay ninguna igual, una auténtica singularidad.
En el comedor sirven los desayunos tipo bufé, desayuno continental normal.
El mismo hotel dispone a unos pocos metros del Mesón del Rastro, tiene una cocina excelente, especializado en cordero asado.
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