Por supuesto y, os lo pido por favor,...
Por supuesto y, os lo pido por favor, si algún día caéis en esta ciudad, lo suyo es alojarse en una de las muchas casas flotantes adecuadas para los turistas. Encantadoras y románticas son ideales para relajarse unos días. Hay de todos los precios, que oscilan entre los 8 y 40 euros, mejor o peor aquipadas pero con la particularidad de que el nivel medio de calidad es aceptable.
En todas falla la decoración interior, de la ridícula época colonial inglesa y reforzada con el "querer y no poder" del musulmán a la hora de intentar hacer algo más llevadero a los ojos de los occidentales. Es un rincón de ensueño, como toda la ciudad, donde podrás disfrutar de paz unos días. A estas barcazas se les acercan toda clase de vendedores ambulantes en barquitas para ofrecerte todo lo que necesites, desde tabaco hasta coca-cola si te apetece.