Un hotel de paso
La infraestructura hotelera cubana, una vez que se sale de los núcleos de La Habana, Santiago de Cuba, Varadero o los Cayos, necesita una revisión urgente.
Y es que aunque se llegue muy cansado, después de conducir varios cientos de kilómetros, y por poco exigente que uno sea, hay cositas que no se escapan a nuestro ojo escrutador.
Globalmente el hotel tiene un mínimo encanto, dado por su arquitectura cincuentera, abierta, de grandes pasillos y con un espacio central que se abre a todo lo alto de la estructura. El desayuno, comible, y lo dejamos ahí.
Pero las habitaciones....Aquí si que hay que hacer un punto y aparte.