¿Quién no ha querido, alguna vez, v...
¿Quién no ha querido, alguna vez, viajar por el tiempo?. Yo propongo un viaje en el tiempo, concretamente a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Vamos a visitar lo que se conocía como una casa de vecinos. Esta casa de vecinos renovada, con su fachada original, se ha convertido en un confortable hotel de cuatro estrellas, que, a mi forma de ver, le falta alguna estrella. Todavía conserva la gran puerta del zaguán. Se entra y dónde debía estar la portería, nos encontramos con la Recepción.
Allí, amables empleados atenderán nuestra solicitud, ayudándonos en todo y deseándonos una feliz estancia. Merece la pena no subir directamente a la habitación. Merece la pena quedarse un momento en lo que debía ser el patio de vecinos. Una fuente central, con agua corriendo, llena de plantas totalmente naturales, preside este magnífico patio, salón y hall del hotel Tiene unas cuantas mesitas, así como unas sillas y sillones, para el relax del viajero. Dispone de una pequeña cafetería, en la cual encontraremos lo que se podría encontrar en la mejor cafetería de Madrid. Una cuidadosa y esmerada Carta, nos ofrece lo que nos pueda apetecer para acompañar nuestro descanso. A la izquierda, y junto a la barra de la pequeña cafetería citada, dispone de tres salones, en los cuales siempre hay alguna que otra tertulia familiar.