DE CUATRO ESTRELLAS LE SOBRAN DOS
Este año nos hemos hospedado en este hotel del 2 al 8 de diciembre, la situación es excepcional, a pie de playa, pero para ser un hotel de cuatro estrellas tienen bastantes carencias:
La recepción es totalmente en blanco, estilo minimalista, demasiado aséptica y poco acogedora, más bien parece la recepción de un hospital, en lugar de la de un hotel de playa.
Los servicios son escasos, y no van incluidos en el precio de la habitación, que con lo que cuesta ya podían estirarse un poquito, he estado en otros hoteles de estas características y nunca me han cobrado por utilizar la piscina cubierta, pues en este si querias utilizarla al estar dentro del spa, tenían que abonar la sesión del mismo, aunque sólo quisieras darte un baño y estar el hotel casi vacío, por lo que por tema de aforo no era.
La sala de desayunos hacia las veces de restaurante por la noche, estaba poco iluminada y la variedad del buffet del desayuno era bastante escasa, destinada a los huéspedes ingleses: Bacon, huevos, champiñones, judías, embutido, tostadas, y de bollería casera ni un triste croissant, ni magdalenas, ni plum cake. El zumo y el café, por supuesto de máquina. Tampoco tenían queso fresco y todas las frutas eran en almíbar...
En cuanto a la habitación, escogimos de vista lateral, porque eran más baratas, y desde luego cuando llegamos nos alegramos de haberlas elegido, porque las más caras con vistas al mar, están situadas justo al lado del ascensor, por lo que el trasiego de huéspedes está garantizado y encima al final de ese pasillo el cuarto de limpieza, con el ruido de las señoras de la limpieza, aspiradora en mano...
La habitación es básica, con terraza, que al ser invierno sólo utilizamos para contemplar las vistas de la playa, las camas bastante duras, el armario amplio, pero con el minibar y la caja fuerte dentro del mismo, por lo que restaba bastante espacio. La TV, sin canales españoles, sólo portugueses y por supuesto ingleses. En cuanto al baño, dentro de lo normal, con secador, pero con unas cortinillas bastante antihigiénicas en la bañera, las toallas escasas, incluso un día nos pusieron una de menos, fallos que con el hotel lleno, pueden ocurrir, pero estando casi vacío, la atención fue un poco descuidada.
Lo mejor el precio, pillamos un precio por internet genial.