Viaje al pasado
No nos engañemos. El Hotel Kyjev es un hotel viejo, pero a la forma que puede serlo una catedral o un monumento. Dormir en él es viajar al pasado glorioso de esplendor económico a través de sus más de 15 pisos de altura y su decoración salida de un serial de los 70. Uno espera ver en cualquier momento a Sean Connery caracterizado de James Bond saliendo de una de las habitaciones después de haber acabado con los espías y satisfechos a la dama de turno.
El servicio fue bueno, cuentan con botones de la vieja escuela, vestidos de un rojo impoluto que te abrirán la puerta de entrada del hotel y te llamarán a un taxi si lo deseas. Las habitaciones (las más baratas al menos) se nota el tiempo en el diseño de muebles y sobre todo en el baño, digno de los Alcántara.