Arantxa Jiménez
Excelente ubicación, trato familiar
Un hotel excelentemente ubicado. El hotel está regentado por una familia que lleva dos siglos gestionandolo. El trato es muy familiar. Las habitaciones son diferentes unas de otras debido a las varias ampliaciones que han ido haciendo a lo largo de los años. Además, posee un refugio a 1.500 ms. de altitud, en el valle de Kaprun, al que puedes acceder mediante una furgoneta que ponen a disposición de los huespedes.
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