El hotel Regency Palace, es un hotel de cinco estrellas, muy bonito con instalaciones impecables y con un trato personal exquisito. Tiene piscinas exteriores e interiores con jacuzzi, sauna etc, cuenta con pista de tenis y zona para tomar el sol. El bufette es impresionante y la habitación en la que estuvimos tiene un salón con cocina tipo apartamento, desde el balcón se pueden ver unos atardeceres impresionantes.
Lo más destacable es, sin duda, el trato del personal. Se preocupan por las necesidades que le exponen sus huéspedes y (casi siempre) aportan una solución.
Lo mejor:
- La tranquilidad: no obstante (como pasa en muchos hoteles) la insonorización de las habitaciones no es muy buena y, en ocasiones, resulta molesto escuchar el baño de los vecinos.
- Las piscinas: muy limpias y con una temperatura aceptable.
- Las zonas infantiles: cuenta con una piscina para niños, como con un parque con columpios.
Lo peor:
- Las habitaciones: aunque son amplias puede darse el caso de que las vistas sean, por ejemplo, el aparcamiento, o los muros del hotel de enfrente.
Fuimos toda la familia y al reservar habitación para 3 nos pusieron dos camas y un sofá cama. Imposible para un adulto.
El hotel en general esta muy bien. El desayuno aceptable pero las cenas horribles. No llega ni a un 3 estrellas. Estoy muy acostumbrada a viajar y NO merece la pena comer allí.
Nosotros volveremos a madeira pero no a este hotel