Hotel Spa de 4*
Pasé una noche en este hotel y tengo puntos a favor y puntos en contra de él.
La verdad es que el desayuno buffet era una pasada, con variedad, cantidad, unas vistas increíbles a la ría en el comedor...
La decoración del hotel es moderna con toques de color rojo, sillones con un toque de glamour...
Tiene varias salas destinadas a distintos eventos, algunas tiendas en la planta inferior...
Las habitaciones tenían un tamaño proporcionado, decoradas en los mismos colores que el resto del hotel: rojo, blanco y negro. Los baños contaban con distintas comodidades, y entre los enseres de higiene incluían, además del gel y el champú, crema hidratante (poco untosa, de esas que se absorben rápido), aguja e hilo...
El SPA tiene vistas a la ría, una piscina con agua templada, una piscina dinámica con distintos chorros, sauna seca, sauna húmeda... y unas hamacas con colchón que puedes colocar donde te convenga. Hace falta usar gorro de baño, y las toallas te las prestan abajo. El vestuario cuenta con secadores, duchas, taquillas... La única pega que le vi a este espacio es que nadie está allí vigilando que se cumplan las normas (como la de mantener un ambiente de calma)...
Sin embargo tuvieron detalles en nuestra estancia que no eran típicos de un hotel de 4*:
- El baño mostraba signos de estar mal limpiado: marcas de salpicadura en el espejo, marcas de vasos en el mármol, polvo en el mobiliario...
- Las cortinas de la habitación estaban roídas, con agujeros enormes.
- Nos dieron una habitación para fumadores sin preguntar, no fumamos, pedimos un cambio pues al entrar en el cuarto el olor era insoportable y no pudieron hacer nada porque no había otras habitaciones. Pedimos entonces que mandaran a alguien a airear, echar ambientador..etc, nos dijeron que vale, y cuando volvimos a la noche la habitación seguía igual.


