Carlos Olmo
Gran hotel a precio pequeño
Aunque la mayor parte de la gente que va a recorrer el Rin se aloja en Coblenza, Bingen es una opcióm más pequeña y acogedora, un pequeño pueblo con restaurantes extraordinarios y una ubicación estrátegico.
El NH Bingen está justo al borde del río y tanto desde la mayoría de las habitaciones como desde los salones goza de unas vistas extraordinarias sobre el Rin. Tienen Spa dentro del hotel, y el quizás para mi principal inconveniente, unos grandes salones para eventos y celebraciones.
Nos tocó una boda y mucho más allá de la medianoche se escuchaba la música. Tuvieron el detalle de dejarnos hacer checkout al día siguiente a las 14h sin pago extra.
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