Una linda experiencia a orillas del Atuel
En su viaje de estudios a Mendoza y tal como lo hacen anualmente todos los cursos de 2do año del colegio al que acompañé nos alojamos en este cómodo hotel en el que tienen habitaciones muy confortables, servicio de restaurante con desayuno, almuerzo y cena, una buena piscina para usar en verano y un parque con cómodas mesas y bancos para disfrutar de la vista y del agua. Hay calefacción central y las habitaciones tienen baño privado. Ubicado en un amplio parque a la orillas del río Atuel, se puede disfrutar de las parrillas al aire libre y de muy buenos juegos de mesa, para los amantes de la naturaleza una buena colección de rosales de diferentes tonalidades, muy especialmente las blancas contrastando con el ocre de los árboles de fines del otoño, los canteros con pequeñas violas mientras algunas glicinas que habían trepado en los árboles teñían el aire de aromas. En una noche muy oscura y asomadas a la ventana descubrimos una brillante y amarilla luna.