El Pato Amarillo
Sin duda, lo mejor de este hotel de playa de cuatro estrellas, es su proximidad a la Playa de Punta Umbría, que se encuentra a tan sólo unos cincuenta metros del mismo.
También sus instalaciones están a la altura: dos piscinas, una infantil y otra de adultos, unos jardines muy bien cuidados, un comedor amplio, luminoso y alegre, etc...
Sin embargo, las habitaciones, aunque se nota que han sido reformadas hace poco tiempo, se quedan pequeñas para una ocupación de dos adultos y un niño. Además, una de las dos habitantes que ocupamos no tenía vistas al mar ni a la piscina o los jardines, sino al aparcamiento del. establecimiento. No obstante, ya se informaba de este punto en la web del Pato Amarillo, ya que sólo la mitad de las habitaciones dispone de vistas al mar.
Manifiestamente mejorable es la animación del Hotel, que carece de programa para adultos (a pesar de que en su web se indica que está operativa a partir del quince de junio y se queda un tanto corta para los niños.
Una advertencia: es casi imprescindible dejar el coche en el parking del Hotel, al "módico" precio de casi seis cincuenta eurazos por vehículo y día, porque aparcar en los alrededores del establecimiento es misión imposible, y eso que todavía estamos en junio. Nome quiero ni imaginar cómo será esto en agosto...
Me gustaría añadir unas fotografías del Hotel Pato Amarillo: una vista exterior del edificio, una panorámica de los jardines y la piscina y una vista interior de la habitación doble. Cuatro estrellas un poco justitas. Le salvan su proximidad a la playa y la atención de un personal siempre dispuesto a ayudar al cliente.