Acogedor establecimiento
Un bellísimo lugar en medio de la nada y de las montañas suizas, mientras íbamos de camino a Liechtenstein. De repente el frío, la niebla y la lluvia hicieron que desviáramos nuestro camino e hiciéramos un alto para reponer fuerzas y entrar en calor.
Hacia unas horas que habíamos dejado Milán y el norte de Italia con unas temperaturas calurosas y de golpe bajamos casi 15 grados, por eso, el chocolate y cafés calentitos que nos tomamos en Walserhof nos sentaron de maravilla.
El restaurante es muy acogedor, también la atención. Típica casas de madera equipadas para pasar unas bonitas vacaciones ya que el restaurante es también hotel. En nada pasamos a ser el centro de atención ya que le sparecía curioso encontrar viajeros españoles por estos lares ;-). Eso sí, los precios...., uffff de Suiza ;-)