Marian Echegaray Opla
la sencillez de las cosas te hacen feliz
Un lugar encantador en los Pirineos, rodeado de montañas y un paisaje precioso. Hotel de piedra muy cuidado y excelente relación calidad precio. Sales al balcón de tu habitación y ves la grandiosidad de la naturaleza, se te olvida todos los malos rollos! Comida buenísima en el restaurante y casera, incluso tienen su propio huerto! Me encanta!
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