Mrose
relax y buena comida en un pueblo precioso
Hotelito bien lindo, en la comarca del Matarraña, en un precioso pueblo llamado Peñarroya de Tastavins.
Paseos a pie,en bici o caballo para estar en contacto directo con la naturaleza: te cruzas con cabras montesas,ves los buitres ... y hasta puedes buscar setas.Si eres más aventurero, puedes escalar las rocas del Masmut .
Y claro está, hay que DESCANSAR en el hotel , en su Salón Relax: disfrutar de su biblioteca (tienen desde guias de viajes, a best sellers, información de la zona...) ,televisión, juegos de sociedad (cuánto tiempo hacía que no jugaba al parchís!) , y para los que no puedan renunciar a las nuevas tecnologías: playstation y wifi gratis.
Y hay que descubrir el pueblo y su gente encantadora (he visto señoras haciendo la colada en la lonja - lavaderos con arcos del siglo XV).Realmente hay mucho por visitar en Peñarroya de Tastavins: su iglesia Santa Maria La Mayor, sus museos : lo masmut, es una exposición permanente de Etnología,con la vida y oficios tradicionales; el Inhospitak del Territorio Dinopolis, con los huesos originales de un dinosaurio que vivió hace más de 100 millones de años, encontrado en esta localidad y su réplica a tamaño real de 17m; el Santurario de Virgen de la Fuente, una construcción del gótico-múdejar del siglo XIV; el centro de interpretación del porcino, la cárcel (siglo XVI) ubicada en la Casa Consistorial...
Ahhh y en el Hotel, buena comida casera con productos de la tierra (mmmmmm, rico jamón de Teruel, procedente de cerdos de granjas del mismo pueblo; ricos quesos de L'Escresola, queso de cabras criadas en las masías de la zona y que ricas las pastitas artesanales de la panadería Juanjo y sus deliciosas ensaimadas que comimos en el desayuno) y algunos platos de otras provincias (que buenooooo el solomillo ibérico al vino de Málaga con pasas y piñones!!)
Resumiendo, un sitio ideal para desconectar, para acercarse de nuevo a la vida sencilla y auténtica, a la buena comida y para encontrarse de nuevo con la naturaleza, o sea para llenarse de energía positiva!
Ahhh y en el Hotel, buena comida casera con productos de la tierra (mmmmmm, rico jamón de Teruel, procedente de cerdos de granjas del mismo pueblo; ricos quesos de L'Escresola, queso de cabras criadas en las masías de la zona y que ricas las pastitas artesanales de la panadería Juanjo y sus deliciosas ensaimadas que comimos en el desayuno) y algunos platos de otras provincias (que buenooooo el solomillo ibérico al vino de Málaga con pasas y piñones!!)
Resumiendo, un sitio ideal para desconectar, para acercarse de nuevo a la vida sencilla y auténtica, a la buena comida y para encontrarse de nuevo con la naturaleza, o sea para llenarse de energía positiva!
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