javier marti gomez-lechon
Pequeño, tranquilo, acogedor
Me encantó este hotelito de Florencia, pequeño, tranquilo, acogedor, situado en un edificio renacentista y decorado con antiguedades. En absoluto da la impresión de estar en un hotel, sino más bien en una casa particular. Viví y yo procurábamos desayunar en la mesa que se ve en la fotografía, bañada por la suave luz tamizada de los visillos. La terraza, rebosante de flores, sobre los tejados de Florencia resultaba muy romántica.