Comodidad, confianza y buen precio
No podría decir que es el mejor hotel de Amsterdam pues es al único que he ido, pero si puedo decir que mi estancia en este hotel fue estupenda, me gustó bastante.
Las habitaciones, no son de gran tamaño pero están bastante bien, pues en las habitaciones de varios hay literas. Lo mejor de las habitaciones sin lugar a dudas era su baño, no muy amplio pero con una ducha que era de gloria pues podías regular la temperatura del agua. Aun me acuerdo de ducharme con agua a 45ºC, ¡qué rico! ¡Y eso durante 30 minutos es estupendo!
Y que si se os apetece calentar algo que hayáis traído de fuera o simplemente usar la cocina, pídesela, os la dejarán seguro, al menos conmigo lo hicieron.