Un lugar con encanto
Situado en el corazón de Damaraland, a 35 km de la carretera general, este lodge es uno de los más idílicos y personales que he conocido en mi vida.
Siguiendo el modelo general de los lodges africanos posee un edificio principal, muy bien decorado y acogedor, que reúne el restaurante y un gran salón. Alrededor se alinean un número reducido de bungalows, amplios y agradables, con su habitación, baño y una terraza para disfrutar del paisaje.
La filosofía de este hotel es muy especial, los huéspedes se van sentando en las butacas del bar y a las 19h los propietarios invitan a sus huéspedes a cenar, y todos compartimos una gran mesa rectangular. De esta forma todos tratamos de conocernos y compartir algunas de nuestras experiencias del viaje. El ambiente me hacía recordar las antiguas pensiones, o hoteles tan peculiares como el de la película el Exótico hotel Marygold.