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Un excelente paso para cruzar la frontera
Huay Xai es un pequeño pueblo situado justo en la frontera entre Tailandia y Laos. Ambos países están separados por el río Mekong y este lugar, por lo tanto, es un excelente paso para cruzar la frontera, ya que tan sólo tienes que recorrer un trayecto de unos 15 minutos en barco para pasar de un lugar a otro y no es nada complicado llegar desde Bangkok hasta Huay Xai porque hay numerosos autobuses que hacen este recorrido casi a diario.
Lo primero que hay que hacer antes de pasar a Laos es sellar el pasaporte para no tener problemas posteriormente. Esto se hace muy fácilmente en una caseta situada junto al río Mekong, justo donde se coge el barco para pasar la frontera.
Los barcos que nos llevan de una parte a otra del río no son nada lujosos, más bien todo lo contrario, consisten en largas "canoas" de madera que tienen un pequeño toldo y que siempre van cargadas hasta los topes tanto de pasajeros como de mercancía. Lo bueno es que es un trayecto muy corto, como decía, no son más de 15 minutos.
Además, aunque el barco no sea lo más confortable del mundo, las vistas que hay durante el trayecto y la belleza que posee el río Mekong merecen mucho la pena.
Nada más llegar a la orilla de Laos hay unas oficinas para poder sellar el pasaporte. Eso sí, tenemos que llevar una fotografía y dinero, creo que son unos 25 dólares.
Lo bueno que tiene este paso fronterizo es que nunca está colapsado y se hace rápidamente, además, nunca suelen poner problemas y trabas a la hora de pasar de un lado a otro.
Por cierto, una vez en Laos y con el pasaporte sellado, hay que coger un tuc tuc que nos lleva hasta una estación de autobuses próxima a la zona fronteriza. Allí hay numerosos transportes que nos llevan a diferentes destinos.
Otra de las curiosidades que tiene este lugar es que nada más cruzar el río te encuentras ya con bastantes diferencias debido al cambio de país y llama la atención, porque ves tan cercanas ambas orillas que no te haces a la idea de que haya tantos cambios hasta que lo ves.
Además, aunque el barco no sea lo más confortable del mundo, las vistas que hay durante el trayecto y la belleza que posee el río Mekong merecen mucho la pena.
Nada más llegar a la orilla de Laos hay unas oficinas para poder sellar el pasaporte. Eso sí, tenemos que llevar una fotografía y dinero, creo que son unos 25 dólares.
Lo bueno que tiene este paso fronterizo es que nunca está colapsado y se hace rápidamente, además, nunca suelen poner problemas y trabas a la hora de pasar de un lado a otro.
Por cierto, una vez en Laos y con el pasaporte sellado, hay que coger un tuc tuc que nos lleva hasta una estación de autobuses próxima a la zona fronteriza. Allí hay numerosos transportes que nos llevan a diferentes destinos.
Otra de las curiosidades que tiene este lugar es que nada más cruzar el río te encuentras ya con bastantes diferencias debido al cambio de país y llama la atención, porque ves tan cercanas ambas orillas que no te haces a la idea de que haya tantos cambios hasta que lo ves.
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