La pequeña acrópolis
Estepa. Es un nombre que siempre me había recordado a la navidad, por la merecida fama de sus polvorones y dulces típicos de esas fechas, llevados a la fama por marcas como La Estepeña, y que desde hace casi dos siglos endulza las fiestas a toda España.
Pero Estepa, es más que eso. Por su situación y localización es conocida como el "Balcón de Andalucía", ya que desde el Cerro de San Cristóbal se disfrutan unas vistas incomparables.
A menos que nos guste mucho caminar y no nos importen las cuestas, el coche será el mejor medio para subir hasta lo más alto del cerro. Una vez arriba, lo primero que nos llamará la atención es lo perfectamente que está habilitado el lugar para los visitantes. Por un lado un pequeño parque preparado para pasar un rato agradable a la sombra de los árboles, resguardados del sofocante sol de Andalucía.
Bajando a su lado, encontramos la Iglesia de Santa María la Mayor, una joya que es, en la actualidad un completísimo museo de Arte Sacro y que se levanta sobre restos musulmanes.
Ante ella tenemos la explanada del Concejo de la Villa, donde se reunieron durante siglos los responsables del mantenimiento y establecimiento de colonos en estas tierras tras la conquista musulmana.
Otros edificios como la Iglesia de Santa Clara, rica en frescos del siglo XVII, con su convento adyacente y el de San Francisco y la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, forman un conjunto de un valor incalculable que debe ser incluido en toda visita a Andalucía. Y por supuesto, no podemos irnos sin comprar alguna de las deliciosas especialidades de la Villa.


