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Ibamos subiendo por la calle Odos...
Ibamos subiendo por la calle Odos Apostolou Pavlou hacia la Acrópolis de Atenas, cuando algo nos llamó la atención... A nuestra derecha se alzaba un edificio peculiar... Debíamos ir a ver que era.
Para llegar hasta él nos metimos por una estrecha y empinada calle llena de obras, al final del camino teníamos ante nosotros una impresionante Iglesia digna de visitar. La decoración exterior era muy sencilla aunque a la vez llamativa. Al entrar vimos que todo era distinto, la decoración interior no tenía nada que ver con lo que estamos acostumbrados a ver en las iglesias católicas, era pues una iglesia ortodoxa, la primera de las que íbamos a disfrutar durante nuestro viaje por Grecia.
No podía dejar de mirar boquiabierta los enormes y trabajados murales que cubrían todos los rincones de la iglesia, así como la representación de santos y vírgenes, revestidos de metal; y es que a pesar de contar con pinturas de principio de 1900 conserva pinturas originales que datan alrededor del s.XVII. ; y por si fuera poco, este recinto esconde un secreto que a menudo pasa desapercibido, entre sus muros se conserva una pequeña capilla excavada en la roca, perteneciente a la anterior iglesia situada en este mismo lugar, dedicada también a Santa Marina.
Totalmente recomendable su visita, una pequeña joya antes de maravillarnos con el Partenón.
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