La reina de la colina
Dominando el precioso pueblo de Artá, más bien ciudad, se encuentra esta preciosa mole que se enseñorea desde 1573 de la colina de San Salvador. No pude ver su interior, del que seguro que acertadamente presumen los artanenses; pero me hice una idea aproximada de los tesoros que debe guardar tan sólo viendo su imponente exterior.
Recios muros, que la hacen parecer un castillo, altura suficiente para impresionar a cualquiera que se atreva a mirar arriba y admirar su original galería lateral o la fachada que encara al pueblo y que es su carta de presentación.
Y el lugar, un mirador que ya quisieran para sí otros pueblos de la isla, de panorama inabarcable y accesible sólo por las callejuelas que parten del centro del pueblo y llevan a la plaza que se abre ante ella y de la que a su vez surgen escalinatas hacia el calvario que lleva al templo de la Virgen de San Salvador.