macmuseo
Aquí se efectuó mi bautizo, hace muchos años ya.
A las seis y media nos dirigimos a la Iglesia y, tras unos breves minutos de espera, estuvimos charlando con el sacerdote franciscano que tiene a su cargo los servicios del templo. Nos estuvo informando de que en Tetuán existe un buen número de profesores españoles que se encargan de la enseñanza en los distintos centros que existen en la Ciudad, entre ellos, el Colegio del Pilar y el Instituto Cervantes. También nos informó de que, al igual que los “infieles” no podemos acceder en Marruecos a las mezquitas, tampoco los creyentes pueden acceder a las iglesias católicas, por un problema de posible proselitismo del que recelan las autoridades del país.
Pudimos constatar el buen estado de conservación del edificio, tanto en su interior como en su exterior. No obstante, eché en falta el magnífico retablo que existía en mis tiempos jóvenes, desaparecido, al parecer, por las nuevas instrucciones del Concilio Vaticano II. Tampoco está el precioso órgano del que sacaba unas muy bellas notas D. Joaquín, mi profesor de latín en el Colegio del Pilar, a quien yo acompañaba con mi canto en las misas dominicales. Al parecer, su deterioro determinó su retirada.
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