Tres veces levantada
Porque fueron tres las iglesias que desde 1611 se levantaron en este lugar. La primera, una pequeña ermita que se fundó nada más ser colonizado el valle, se derrumbó en el siglo XVII; la segunda aguantó hasta finales del XIX, pero dado su abandono y deterioro tuvo que ser demolida; y la tercera, la actual, que terminó de edificarse a finales de los años 20 del pasado siglo.
La suavidad del estilo, ligeramente influenciado por el art decó, puede verse fácilmente al entrar al templo, austero como casi todas las iglesias gomeras, ausente de grandes retablos y adornos, pero con un encanto especial. Las imágenes de la virgen que da nombre al templo, la de la Candelaria o un precioso Crucificado, unas andas de plata de delicada factura y sobre todo la luz que parece envolver a los fieles que acuden a orar a la iglesia, nos invitan a sentarnos en los bancos de madera barnizada para disfrutar de la quietud y la paz del lugar.